sábado, 15 de octubre de 2011

FEDERICO GARCÍA LORCA, POETA Y DRAMATURGO “ANDALUZ”

             Hoy 19 de Agosto de 2011, se cumplen 75 años del fusilamiento del gran poeta y dramaturgo, Federico García Lorca. Hoy 19 de Agosto volvemos a recordarlo, a despertarlo del sueño eterno, a revivirlo con sus palabras. Esas palabras arraigadas, profundas, mágicas, esa poesía popular, ese teatro feminista y existencialista, que han hecho que su voz, sus símbolos y sus pensamientos nunca se hayan olvidado. Gracias también a Ian Gibson, hispanista de origen irlandés, actualmente podemos saber un poco más sobre su vida, su obra y su trágico fin, ya que ha dedicado su vida al estudio biográfico de Lorca, así como de Dalí o de Machado, entre otros.

            Con su poesía descubriremos a un Lorca popular, que nos canta y nos cuenta los sucesos de la España de la época, como podemos ver en el Romancero Gitano, donde los sentimientos que afloran nos muestran que todos somos iguales. Su poesía así como su teatro, está repleto de sensibilidad, de preocupaciones, porque lo que dicen las palabras no es solo lo que creemos, sino que a través de sus símbolos encontramos dobles sentidos que inundan la obra. Él reescribe y transforma las palabras, para llenarlas de significado y poder decir con ellas TODO. Son fáciles de reconocer ya que nos toparemos con ellas a lo largo de toda su obra, como son, la luna, el caballo, los peces, la noche, la pena, la plata, el oro, el blanco, el negro, el mar, la montaña, los sueños, la muerte, el amor, las tragedias, sobre todo las tragedias lorquianas, que serán fundamentales en su obra. Nos encontraremos con una luna personificada que observará las tragedias en la noche oscura, donde conoceremos a unos personajes que nos mirarán desde cerca para contarnos sus vivencias, ya que los poemas no son los que tienen una historia sino que cada uno de los personajes, sobre todo las mujeres vienen con sus propias historias, de este modo nos transformarán y penetrarán en lo más hondo de nuestro ser. Los versos de Lorca al leerlo o recitarlos se quedan en el aire, retumbando. “No me recuerdes el mar / que la pena negra, brota / en las tierras de aceitunas / bajo el rumor de las hojas. / ¡Soledad qué pena tienes! / ¡Qué pena tan lastimosa!”

            Esa Andalucía siempre presente, ese paisaje andaluz mostrado con todo su esplendor. Una Andalucía lorquiana que excede los planteamientos regionales y que se torna mítica, mágica, como espacio sagrado de amor y de muerte, donde se nos muestran también las tradiciones y las costumbres de sus habitantes. Le atraía lo diferente, aquello que mostrara sensibilidad y pureza, por eso su predilección por las mujeres y los gitanos. Él sentía lo que sentían los demás, observaba y encontraba en los pequeños detalles y gestos de las personas “todo” aquello que no querían mostrar y con lo que él se identificaba. Se veía reflejado en cada uno de ellos y lo que sentía al mirar, al andar, al hablar, lo convertía en poesía.

            Continúo ahora citándolo, para que sus palabras nos expliquen un poco más su conciencia poética, “Para los poetas y dramaturgos, en vez de homenajes, yo organizaría ataques y desafíos en los cuales se nos dijera gallardamente y con verdadera saña, ¿A qué no tienes valor de hacer esto? ¿A qué no eres capaz de expresar la angustia del mar en un personaje? ¿A qué no te atreves a contar la desesperación de los soldados enemigos de la guerra? ” Desde aquí ahora yo le respondo, “No hacen falta esas preguntas para los demás poetas, ya que tu fuiste capaz, en tu corta vida, de mostrarnos en tus personajes más de lo que se puede mostrar, más de lo que podemos sentir”.

            Sus obras dramáticas han sido representadas por todo el mundo y es junto con el de Valle-Inclán, el teatro más importante escrito en castellano del siglo XX. Un teatro heterogéneo, simbólico y sobre todo muy poético, donde se nos mostrarán un sentido profundo de las inquietudes humanas así como las fuerzas de la naturaleza, de la vida y de la muerte. Como son, por ejemplo, Bodas de Sangre, La casa de Bernarda Alba o Yerma, entre otros, por citar los más conocidos. Sin salirnos del tema teatral, también Federico hizo referencia al teatro en sus conferencias, “El teatro es uno de los más expresivo y útiles instrumentos para la edificación de un país y el barómetro que marca su grandeza o su descenso. […] Un pueblo que no ayuda y no fomenta su teatro, si no está muerto, está moribundo.” Después de sus propias palabras, os animo desde aquí a asistir al teatro, os sentiréis diferentes nada más sentaros y una vez acabada la función, vuestra vida habrá cambiado, así como cambió la mía.

            Lorca también hacía referencia mucho en sus conferencias al “duende” andaluz, “ese poder misterioso que todos sienten y que ningún filósofo explica. Ese “duende” que es un poder y no un luchar, es un luchar y no un pensar.” Ese es el “duende” que poseía él y que salía a relucir cada vez que describía y trasladaba Andalucía al papel, a sus versos, a sus acotaciones, a sus poemas. Como son esos sentimientos andaluces que le invadían y que él reconocía, como es la pena o la amargura que sentían las mujeres lorquianas cuando tienen un deseo muy profundo pero que no se les manifiesta. Ese es el poder del “duende”, ese poder que él despertaba de sus adentros y que nos llena por completo. Por eso para Federico García Lorca, Andalucía era tan importante, tan mágica, ya que encerraba dentro de ella “todo” lo que quería expresar, así como “todo” lo que sentía. Andalucía es interiorizada por el poeta y transformada para dar sentido a toda su obra.

Concluyo de la mejor forma posible, con sus palabras. “Sevilla para nacer, Córdoba para vivir y Granada para morir”. Lo único que realmente tuvo fue su deseo de morir en Granada, que se hizo realidad a manos del bando nacional el día 19 de agosto del 1936, a los 38 años, abandonando un país que comenzaba a desmoronarse y a enfrentarse a su peor pesadilla.

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